Después de Ámsterdam y La Haya, el artista Klaas Boonstra se estableció en 1972 con su esposa Rietje Figee en el pueblo de Schore, en Zuid-Beveland. En esta reclusión elegida por él mismo viviría y trabajaría allí durante más de 25 años. Desde muy joven, Klaas Boonstra se dedicó a dibujar y pintar. A los 26 años, con la ayuda económica del director de la fábrica local de linóleo, pudo asistir a la Rijksacademie de Ámsterdam, donde recibió clases de J.H. Jurres y estudió arte monumental con el famoso vidriero Heinrich Campendonk.
Durante la guerra participó activamente en la resistencia de Ámsterdam y se vio obligado a esconderse. Después de la guerra, trabajó con colores frescos y expresivos y recibió la influencia de importantes maestros franceses como Picasso y Matisse. Cuando decidió establecerse en Zelanda, ya era un artista consagrado y se contaba entre los "experimentales" de Ámsterdam de la posguerra, como Appel, Brands, Constant y Wolvencamp. Por muy testarudo que fuera, no se unió a ellos. Participó en exposiciones de asociaciones de exposiciones como De Keerkring y Stuwing. En 1951, finalmente, se convirtió en miembro de la "Vereniging tot bevordering van de Absolute Kunst" (Asociación para la Promoción del Arte Absoluto) Creatie.
También en Zelanda, su obra sigue siendo imprevisible, pero siempre espontánea, intuitiva y alternando entre lo figurativo y lo abstracto.En una entrevista con el Provinciale Zeeuwse Courant, en septiembre de 1995, él mismo dice al respecto: "No se puede pensar en un cuadro de antemano" y "pinto con mi imaginación". Se autodenomina, con razón, "artista imaginativo".
