Nacido en Den Helder, Holanda - 1976 - Un joven artista con una considerable y sorprendente obra. Crea un mundo en el que quiere vivir, un lugar de silencio, la eternidad del momento donde se logra escapar de la agitada vida cotidiana. La noción de atemporal es muy importante para él. Combina sus paisajes con bodegones en primer plano. La naturaleza muerta y el paisaje juntos forman una combinación de una atmósfera atemporal. Muller se siente relacionado con pintores como Vermeer, Chardin, Hynckes, William Baily, pero también con Fra Angelico, el contemporáneo Pietro Annigoni y, por supuesto, su gran inspirador Giovanni Bellini. La luz en sus cuadros siempre está apagada y filtrada, no hay negro ni blanco más blanco. En las pinturas, el fondo es una naturaleza muerta, así como el primer plano. Con el telón de fondo de un paisaje toscano con una puesta en escena ajustada, coloca una composición de utensilios, cada uno de los cuales parece procedente de la antigüedad. La naturaleza muerta madura, literalmente una "natura morta", reforzó la quietud del paisaje "eterno" detrás de ella, una atmósfera de atemporalidad. El propio artista: “Esta atmósfera es muy importante para mí, la idea de que el paisaje está parado, sin sol, sin viento, sin lluvia, sin tiempo, solo una constante eterna. Educación: Willem de Kooning Academie, Rotterdam
