Después de completar sus estudios artísticos en la Academia de Den Bosch, la talentosa Iris Schreven entró por primera vez en el mundo de los negocios. Pero en 2007, dio un giro notable al cambiar su trabajo por una carrera como artista. Desde entonces se ha dedicado por completo a la pintura, que ha ido evolucionando con ella a lo largo de los años.
Iris Schreven crea obras que iluminan la naturaleza más profunda de la mujer. La discreta gracia con la que revelan su mundo interior es quizás la característica más llamativa de sus creaciones.
Sus pinturas representan rostros que parecen fundirse con el fondo, imbuidos de una sutil sensación de melancolía. Las formas orgánicas aparecen como detalles abstractos, en parte creados mediante técnicas experimentales y tratamientos con diversos materiales y herramientas sobre paneles de aluminio.
La atmósfera misteriosa y su inquebrantable dedicación al detalle siguen siendo la firma de la obra de arte de Iris Schreven. Ella sigue motivada a descubrir nuevos conocimientos una y otra vez, para poder capturar la belleza del mundo que la rodea en su propia atmósfera misteriosa.
El trabajo de Iris Schreven ha recibido reconocimiento tanto nacional como internacional y se encuentra en numerosas colecciones privadas.
