Sobre el artista
Zoë Schoonbrood (Tongeren, 1985) creció en Bilzen. Tiene genes belgas y griegos. En 2007 se graduó como Máster en Bellas Artes en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, disciplina In Situ³, una dirección en la interfaz entre las artes visuales y la arquitectura, también conocida como trabajo 'sitespecific'. Durante su formación, Zoë realizó varios proyectos importantes en Amberes.
Después de sus estudios, Zoë enseñó educación artística durante cinco años y representó a grupos de adolescentes y adultos. Luego comenzó como curadora y posteriormente se convirtió en directora de arte en un gran centro de arte en el extranjero.
Zoë se inspira en Berlinde de Bruykere, Marcel Mariën, Jospeh Beuys, Francis Bacon, Yorgos Lanthimos y Leonard Cohen. Su trabajo trata sobre la fugacidad, que en realidad significa innovación. La piel es central. Nuestra propia 'casa'. La idea creció para permitir al espectador simpatizar con cómo se puede experimentar el cambio mediante la aplicación del tiempo. Arrugas. Hoyuelos.
“El truco consiste en seducir al espectador bajo la suposición de que verá lo que quiere ver. Se evitan formas de reconocimiento. Una combinación cruda, intensa y dura. Uno que a menudo se considera enfermo, feo y repulsivo. Sin embargo, si nuestra piel es uno de nuestros órganos más grandes, ¿por qué no es nuestro activo más importante y preciado? Respira. Crece. Toca. Se raya. Pero suave, siempre suave… incluso cuando duele”.