Sobre el artista
La obra del artista de Ámsterdam Jan Maris es especial y muy reconocible. Son reconocibles las situaciones que pinta, pero también su propio estilo desarrollado y las decisiones que toma al respecto. Esto lo convierte en un artista interesante desde el primer momento que ves la obra.
Su fantástica técnica, sus propios temas y su propio estilo. Pintoresco y quizás también melancólico, pero en cualquier caso espacioso. Su obra ofrece espacio en sentido literal y figurado. Puedes pasear por la obra y dejar volar tu imaginación.
Calles desiertas, callejones, edificios. Siempre un juego de luces y sombras. Formas y superficies, reflejos de luz sobre las piedras, sombras y colores. Particularmente atmosférico y espacioso, muy detallado y, sin embargo, pintado de forma suelta. Al artista le gusta basar su trabajo en 'lo real'.
Como él mismo dice:
Me parece interesante cómo los fragmentos de una imagen, convertidos en pinceladas, pueden formar un todo extremadamente reconocible. El proceso creativo consiste en elegir el objeto, determinar el recorte, ordenar, omitir y en ocasiones añadir elementos, y convertir todo ello en pintura.
Es conocido por las calles, plazas y paisajes urbanos antes mencionados. Quizás menos conocidos sean los bodegones que ahora pertenecen a nuestra colección. En esas naturalezas muertas, el artista de Ámsterdam cuenta una historia, una historia sobre artistas, pero también una historia sobre forma, composición y color. Quizás en ese sentido esta historia sea también la historia del propio artista 'Jan Maris'.