Sobre el artista
Nico Heilijgers (Utrecht, 1964) estudió en la Academia Minerva de Groningen, donde recibió clases de artistas de renombre como Matthijs Röling y Diederik Kraaijpoel. Durante su formación, el dominio de la tecnología fue fundamental, lo que ha tenido una influencia duradera en su trabajo. Las pinturas de Heilijgers sorprenden por su estética, armonía y atmósfera, en las que lo esquivo e indescriptible –una cualidad poética– eleva la representación por encima de lo cotidiano.
Su obra está fuertemente arraigada en la tradición de la pintura clásica. A veces incorpora sutiles referencias a grandes maestros de la historia del arte, lo que da a sus pinturas una capa extra de significado. En sus naturalezas muertas vemos elementos tradicionales como limones frescos, voluptuosas granadas y botellas de boticario. Estos objetos se muestran no sólo como objetos individuales, sino también como áreas de color o acentos que determinan la composición. Elementos abstractos como la forma, el color, el ritmo y la materia son, en última instancia, los protagonistas de su obra.
En los últimos años, las composiciones de Heilijgers se han vuelto más estilizadas, con menos elementos y áreas vacías más grandes que crean una sensación de tensión. Su uso del color es más brillante y la pintura se aplica más suelta y más rápida, creando una dinámica energética.
Recientemente, el artista también ha recurrido a paisajes y paisajes urbanos, que se dividen aproximadamente en dos categorías: escenas urbanas y callejeras, a menudo pobladas por personas y animales, y paisajes naturales, ruinas y sitios arqueológicos. En esta última categoría, el énfasis está en las composiciones abstractas y la iluminación sutil, dando al paisaje una calidad casi natural. La influencia de los impresionistas es claramente perceptible, especialmente en su atención a la luz y la forma en que el color captura y refleja la luz. Para Heilijgers representan la esencia de la pintura.